Este centro educacional de dos pisos incluye kindergarten y una escuela primaria . Se concibió para cumplir con un
basado en las necesidades de 15 salas de clases, manejando los flujos y creando
dentro del centro educacional, las áreas comunes y deportivas, vinculando las dinámicas de cada espacio.
Formalmente el colegio es definido como un volumen longitudinal. Las fachadas son superficies selladas y únicamente abiertas con ventanas puntuales que se repiten de manera aparentemente aleatoria.En oposición a las fachadas largas y cerradas, sus opuestos angostos se abren hacia el exterior mediante aperturas vidriadas, polarizando la longitudinalidad del colegio.
La cubierta que se desarrolla en el proyecto adopta diferentes pendientes, asumiendo su integración en la fachada, otorgando una sensación de movimiento la cual se combina con las aperturas creando una ilusión similar a la silueta de los edificios en la ciudad. La composición rítmica de la fachada se extiende igualmente con la cubierta afectando la volumetría del edificio, acentuando el valor formal en el diseño y a la vez que entrega una actitud lúdica a los usuarios.
La espacialidad interior se caracteriza por una atmósfera que refleja la rítmica composición de las pendientes de la cubierta, permitiendo distintas perspectivas y relaciones entre interior y exterior como también distintas sensaciones físicas en cada recinto.
Se enfatiza la predominancia de elementos que recurren a una misma temática, como el pavimento de vinilo, la luminaria suspendida y el blanco interior que garantiza un espacio iluminado y limpio en el cual la interacción de los niños resaltará. Este centro educacional es una solución espacial con un gran sentido de integración. Transmite una estética con sentido de conexión global otorgada por la composición y su contemporánea expresión.